Crema de remolacha

La receta que vamos a preparar hoy se la tenemos que agradecer a nuestras amigas Amalia y Pilar, que han tenido la gentileza de compartirla con todos nosotros. Se trata de una crema de remolacha muy fácil de preparar, rica y sabrosa. La remolacha que hemos utilizado es de la que ya nos venden cocida, la podemos encontrar en todas las superficies comerciales. Un consejo para esta receta, es que salemos solamente un poquito la cebolla, pues las pastillas de carne son muy sabrosas y si fuera necesario añadir sal lo haremos al final de la receta. (MUCHAS GRACIAS AMALIA Y PILAR)

INGREDIENTES:

      - 500 g Remolacha cocida (un paquete)

      - 1 Cebolla

      - 2 Pastillas de  carne (starlux)

      - 1 Limón

      - 1 Zanahoria

      - Un chorrito de nata

      - Sal

      - Aceite de oliva

      - Agua

PREPARACIÓN:

      Empezamos pelando y picando la cebolla, una vez picada ponemos en una cacerola o cazo, con un poquito de aceite, la llevamos al fuego (no muy alto) salamos un poquito y freímos la cebolla, dándole vueltas de vez en cuando (el truco según nos desvelan Amalia y Pilar para esta receta, es que la cebolla este bien frita).

      Mientras se va friendo nuestra cebolla, partimos en trozos la remolacha, no hace falta que sean trozos pequeños. Cuando tengamos la cebolla bien frita añadimos la remolacha partida, mezclamos bien con la cebolla y reogamos 2 minutos aproximadamente.

      Seguidamente añadimos un litro de agua a la cacerola donde tenemos, la cebolla y la remolacha. A continuación disolvemos en un vaso de agua, bien caliente las 2 pastillas de caldo de carne, añadiéndolas a la cacerola, cuando estas estén disueltas, y dejamos cocer aproximadamente unos 25 minutos.

      Cinco minutos antes de que pase este tiempo le añadimos el zumo de ½ limón. Mientras se cuece nuestra remolacha pelamos y partimos en juliana muy fina la zanahoria, ponemos un poquito de aceite en una sartén, cuando este bien caliente freímos nuestra zanahoria, hasta que nos quede crujiente.

      Cuando tengamos la remolacha cocida trituramos bien con ayuda de una batidora, termomix, etc. Comprobamos el punto de sal y si fuera necesario añadirle un poco de agua lo podemos añadir. Si queremos que nos quede mas fina nuestra rica crema la podemos pasar por un colador.

      Servimos bien caliente acompañada de los crujientes de zanahoria y un chorrito de nata.