Pastel de piña y mascarpone

Hoy vamos a preparar un rico y dulce pastel de piña y queso mascarpone. La receta como veréis es muy fácil y no tiene ninguna complicación. El resultado final es como una especie de bizcocho con piña en la superficie y una especie de flan en la parte inferior, lo que hace que nos quede un pastel muy suave y nada empalagoso. Al elegir el molde procurar que sea de un tamaño mas bien justo,  para que al darle la vuelta no se nos rompa el pastel.

INGREDIENTES:

- 5 o 6 Rodajas de piña en almíbar (de bote)

- Sobaos (los necesarios para cubrir la base del molde)

- 1 Sobre de gelatina de limón (o piña)

- 200 ml Nata

- 300 ml Almíbar o jugo de la piña

- 250 g Queso mascarpone

- 3 Cucharadas azúcar glasé

- Caramelo liquido

PREPARACIÓN:

      Empezamos nuestra receta cubriendo o untando la base y los lados de nuestro molde con caramelo líquido (yo os recomiendo que el molde sea tipo pirex de cristal, y de un tamaño justo, aunque yo he utilizado uno normal y más grande). Seguidamente ponemos sobre el caramelo liquido las rodajas de piña, reservando el liquido o almíbar que traen en el bote, y encima de la piña los sobaos procurando  ponerlos bien juntitos para que no nos quede ningún hueco, para esta operación los podemos aplastar un poquito con el reverso de una cuchara, o con las manos bien limpias. Seguidamente ponemos en un bol los 250 g de mascarpone y las 3 cucharadas de azúcar glasé.

      Mezclamos bien hasta conseguir una crema, seguidamente añadimos los 200 ml de nata y seguimos mezclando muy bien, sin que nos queden grumos, nos podemos ayudar de la batidora para esta operación, aunque con un tenedor se mezcla perfectamente.

      Seguidamente ponemos en un cazo 300 ml del liquido o almíbar de la piña que teníamos reservado (si no tuviéramos suficiente agregamos agua, hasta conseguir los 300 ml), lo llevamos al fuego y cuando empiece a hervir añadimos el sobre de gelatina, mezclando bien hasta que se disuelva.

      A continuación retiramos el cazo del fuego y añadimos sobre la gelatina, la mezcla del queso mascarpone, nata y azúcar glasé, con ayuda de unas varillas mezclamos bien hasta que se nos quede liquido.

      Una vez que lo tengamos bien mezclado, lo vertemos en el molde sobre los sobaos, que como esta caliente y liquido, se empaparan los sobaos. A continuación metemos en el frigorífico unas 4 o 5 horas hasta que cuaje la gelatina. Yo lo he preparado por la tarde y lo he tenido toda la noche en el frigorífico, hasta el día siguiente que lo he desmoldado.

      Pasado este tiempo y que nuestro pastel este listo, solo nos queda desmoldar, para ello pasamos un cuchillo por los lados, ponemos sobre el molde una bandeja o plato que nos entre nuestro pastel, y le damos la vuelta sin vacilar, para que nuestro pastel no se nos rompa.

Con esto solo nos queda degustar este sencillo y rico pastel, que al darle la vuelta nos queda con la piña y el caramelo en la superficie.